
La escritura sana-introducción
Las hormonas son fabricadas en las glándulas endocrinas. La mayoría de estas glándulas trabajan directamente bajo las órdenes de la glándula hipófisis, situada en la base del cerebro. Ésta, a su vez, almacena o libera las hormonas sintetizadas por el hipotálamo, una formación cerebral que posee actividad de glándula endocrina y que tiene bajo su control al sistema nervioso vegetativo.
Este sistema es el encargado de regular las funciones corporales internas e involuntarias. El hipotálamo es estimulado por la corteza cerebral o córtex, localización cerebral donde se integran, en su totalidad, las funciones más complejas del sistema nervioso, tales como los procesos superiores de pensamiento, el almacenamiento y memoria, o la ejecución de movimientos definidos y/o complejos —tales como los que forman nuestra escritura—. Es imposible describir en tan breve espacio los mecanismos de funcionamiento y la interrelación existente entre el sistema hormonal y el sistema nervioso. Lo único que cabe decir es que al hacer grafoterapia, o sea, al cambiar los gestos inadecuados que aparecen en nuestra escritura, por otros más benéficos, se está requiriendo la actividad de prácticamente todo el sistema nervioso central, de prácticamente toda la corteza cerebral y que, tras los intentos necesarios, se logra aprenderlos y memorizarlos en ella. Después, sólo es cuestión de práctica para coger velocidad. Por lo tanto, si se cambian las tendencias de los patrones escriturales se está afectando a los esquemas almacenados en la corteza cerebral, la cual enviará nuevas informaciones al hipotálamo, y éste, a su vez, ordenará a las diferentes glándulas, un reequilibrio en sus secreciones bioquímicas, que fluirán por el interior de la persona haciendo que ésta encuentre una mejoría general en todos los niveles.
